Política y Universidad, Política en la Universidad

11:56 Claudia Mañas 0 Comments


La Universidad Complutense ha celebrado la primera vuelta de las elecciones a rector.


El combate del siglo entre Mayweather y Pacquiao ha sido un paseo por el arcoíris comparado con las intrigas que han levantado estas elecciones. La Universidad Complutense no había visto unos comicios tan reñidos y politizados como los de este 5 de mayo de 2015, en los que la deuda, los recortes de financiación, el despido, las tasas y la reducción de becas de estudios han marcado las principales preocupaciones de la comunidad universitaria y han sido el centro de la campaña electoral.



 Foto: MAYA BALANYA /ABC



Andradas estará tan sorprendido como el entorno de la Complutense al ver que con el 36,5% de los votos se disputará el rectorado contra Carillo en la segunda vuelta, que se celebrará el miércoles 13 de mayo. Sin embargo, el 27,5% de los votos obtenidos por Carrillo ha sabido a poco, teniendo en cuenta que las estadísticas le atribuían casi el doble. Pero más inesperado aún ha sido el tercer candidato, Federico Morán, que ha salido de los comicios con el 22,4% de los votos. No estarán tan contentos Calduch y Dámaso López, que se han tenido que conformar con el 7,8% y 5,3% de votos respectivamente.

Los candidatos, muy definidos políticamente (izquierdas y derechas, progresistas y conservadores) se han enfrentado a un abanico de 86 000 votantes potenciales entre personal docente e investigador o PDI (51% de peso de voto), 77 000 estudiantes (25%) y personal de administración y servicios o PAS (24%).

El el polen que bailaba en el ambiente de primavera vio cómo se transportaban y repartían por las instalaciones de la Universidad Complutense las 80 mesas electorales en las que se decidiría la jugada de los próximos cuatro años. La facultad de filosofía dio ejemplo: a la hora del bocata, todos los profesores habían introducido ya sus papeletas en las urnas. Los datos señalan que del total de casi 5900 docentes e investigadores, cerca de 3400 cerraron un sobre con su papeleta y fueron subrayados en el censo electoral; mientras, del personal de administración y servicios, cifrado en 3810 individuos, introdujeron su voto en las urnas 3139 personas.

En la comunidad estudiantil, la crispación por el aumento de las tasas y la reducción de becas se hizo un hueco entre su habitual desdén por los comicios y 9375 estudiantes acudieron a las urnas, algunos con ese propósito, otros llamados por la curiosidad en su camino hacia las clases. Esos dos motivos económicos pueden explicar que entre los estudiantes los candidatos más populares fueran Carillo y Calduch, pues el eje central de sus programas es salvar la universidad pública saldando su deuda. Morán no ha sido tan popular entre la comunidad universitaria, quizás en relación con su anterior cargo como secretario de Estado de universidades en el ministerio de Wert y su vinculación con el Partido Popular.

No así lo han percibido el PDI y el PAS, entre los que los candidatos más populares serían Carrillo, Andradas y Morán, según afirmaba una encuesta previa a las elecciones de la facultad de estadística y tal y como han ratificado los resultados de las elecciones. En algo sí hubo unanimidad: Dámaso López era un desconocido.

La tranquilidad y el predominio del voto mañanero han definido estas elecciones. La anécdota del día la puso una invención: un nuevo método para anular el voto sin tener que traer una rodaja de embutido sarcástico para introducir en el sobre o escribir alguna palabra maliciosa en la papeleta. Se manifestó en la Facultad de Políticas, donde un grupo de estudiantes repartió una papeleta que llevaba impresa una mano negra con una cara sonriente en la palma, en cuyo título se leía “Una candidatura tan creíble como el resto, Vota Wilson Rector”.

La campaña, que ha durado cerca de un mes, ha dejado cientos de carteles publicitarios en las facultades e incontables ponencias y debates entre candidatos. Incluso fuimos recibidos por un sonriente Andradas que repartía octavillas con su foto a pie de Metro, mientras Carrillo y Morán se defendían de los ataques que recibían desde las redes sociales y los carteles parodiando sus campañas. No tuvimos tan presente a Dámaso López, que apenas salió de su cartel publicitario.

A diferencia de la revancha de Pacquiao contra Mayweather, que de momento es sólo un murmullo del aire, nosotros conocemos la fecha del segundo round en estas elecciones, esta vez sólo entre los candidatos más fuertes. Dado el perfil tan similar de Carillo y Andradas (de ahí la sorpresa de sus mayorías), no podemos más que especular quién será el encargado de mantener pública la universidad en los próximos años. Mas algo sabemos a ciencia cierta en estas elecciones: los que más sufren son los presidentes de las mesas electorales a los que toca pasar el día custodiando la democracia